En Experiencia Ribú, estamos en permanente comunicación con las familias y buscamos estar alineados con sus objetivos. Nos enfocamos en responder las necesidades e intereses de cada niño, de una forma respetuosa, amorosa y profesional. Como educadoras, nos enfocamos en entregar al niño un espacio de descubrimiento, expresión y aprendizaje a través de lo concreto y real.
Cada experiencia está pensada para generar curiosidad, asombro y motivación intrínseca por aprender. Los niños, a medida que van contando con más herramientas en su día a día, se cuestionan lo que hacen, investigan, intentan solucionar problemas y logran buenos resultados, siendo cada vez más autónomos y resolutivos en su diario vivir.
Tomando en cuenta la gran plasticidad cerebral que tienen los niños, especialmente durante los primeros años, buscamos que adquieran conocimiento y habilidades desde el juego e interactuando en el entorno con experiencias reales, concretas y con sentido para ellos. De esta forma, avanzan significativamente en su aprendizaje mientras disfrutan el proceso.
Los niños construyen su identidad y toman conciencia sobre cómo proteger su entorno, a través de experiencias relacionadas al cuidado y respeto por los seres vivos, así como también al cuidado general del planeta. De esta manera, van desarrollando valores y hábitos que fomentan el respeto por la naturaleza.
Mientras los niños aprenden a través de la observación e interacción con otros, construyen su identidad y nuevos esquemas cognitivos, entendiendo que son seres únicos, con ritmos, pensamientos y necesidades diferentes. Es por esto que ofrecemos experiencias que vayan acorde al desarrollo de cada niño y respetando las diferencias entre uno y otro.